3 poemas entrelazados
Los tropiezos:
Hay días en que odio
A los que aportan
Para mi frío,
Mi náusea,
mi desplume,
El esguince de mi ala.
Hay días en que lamento ser así,
No tan mala;
Tener el rostro serio
Y comprensiva el alma;
Soportar tantas cosa…
No enojarme por nada
(por casi nada, digo).
Hay días en que quisiera
Que la Dama Ciega
La de la venda en los ojos,
La balanza,
Y la espada,
Me diera de beber,
me hiciera sonreir
Para siempre.
Las caídas
He caído en el fondo de un abismo
-un abismo sin fondo ni escaleras-,
He bajado peldaños de madera
-de madera de un árbol asesino-.
He caído ,yo ,que odio las caídas.
Me he sumergido súbito, o de a poco.
No sé cómo pasó, ni qué raídas
Vendas de horror ocluyen hoy mis ojos.
He caído aquí, donde la muerte
-la muerte con minúscula y con lápiz-.
Ya empiezo a oler. Mi muerte me avergüenza.
Me avergüenzan mis huesos, tan mortales.
He caído.¿Acaso se me ha visto
Caer alguna vez de ésta manera?
No encuentro la razón de tanto abismo.
Y no logro encontrar la otra madera.
La subida
Sin embargo, he salido…
He encontrado semillas en mi sueño dormidas.
Las sembraré en el humus fecundo de mi muerte.
El polvo de mis huesos mortales dará vida
Al árbol cuyo tronco, madera de otra suerte,
Será la escalinata de mi final subida.
Subiré por sus ramas…
Voy a absorber su savia a cambio de mi vida,
A cambio de mis fuerzas, a cambio de mis muertes.
En perfecta simbiosis, sin miedo a las caídas.
Trataré de observarlas, comprender que son fuente
Transformadora, y pulsan las cuerdas de la vida.
Son UNA: Vida y Muerte.
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